Lo que te venimos a contar hoy, no es el futuro. Los audiolibros y podcast ya forman parte del entorno de contenidos habitual de todos nosotros. ¿Aún no sabes en qué se diferencian?

Vivimos en la era de las prisas. Tenemos prisa para todo. Para comer, para realizar nuestro trabajo e incluso para entretenernos. La digitalización nos ha metido prisa y nos hemos acostumbrado a tenerlo todo ya. Lo antes posible. Por eso, el consumo de contenido ha ampliado sus opciones y se ha transformado enormemente.

Si antes para leer un libro, nos sentábamos tranquilamente con una taza de café al lado, ahora también podemos hacerlo mientras vamos al trabajo o realizamos nuestras tareas. Los audiolibros han llegado para quedarse y cada vez encontramos un catálogo mayor.

Lo mismo ocurre con la radio. Nuestro medio de comunicación más inmediato, también se ha transformado en podcast de información y opinión o ficción. Pequeñas píldoras de audio creadas por periodistas o autores a los que podemos seguir en las plataformas y que nos dan lo que buscamos en un solo click.

La televisión también ha visto como nuevos tipos de contenido se unían a la oferta para competir por nuestro tiempo de entretenimiento. Twitch, Youtube o Netflix son opciones ya habituales en el salón de nuestra casa.

Contenido y más contenido y siempre a nuestro gusto y demanda.

Pero ¿Qué es un audiolibro, un podcast o una ficción sonora?

Todos ellos son diferentes tipos de contenido. Su característica en común es que todos ellos son audio, pero su producción y su finalidad pueden ser diferentes.

Un audiolibro está basado en una obra literaria, mientras que una ficción no tiene porque estarlo y cuenta con otros elementos sonoros. El podcast, aunque similar, puede tener infinidad de contenidos, como pueden ser información o simplemente charlas o entrevistas.

Déjanos que te contemos un poco más sobre estos contenidos de audio.

Audiolibros:

Un verdadero amante de los libros te dirá que no hay nada igual. Que leer un libro en una pantalla o escucharlo en audio no es lo mismo.

Pero lo cierto es que, las prisas de las que hablábamos antes o las ganas de consumir todo rápido, han hecho que este tipo de formatos sean cada vez más aceptados. Y no, no decimos que vayan a sustituir a los libros ni mucho menos. Pero está claro que se han convertido en una alternativa más para disfrutar de una gran historia.

Un audiolibro no deja de ser la grabación en voz del mismo libro editado en papel, para que podamos escucharlo en vez de leerlo. Puede ser una lectura simple o caracterizada para que reconozcamos también a los personajes. Incluso, puede incluir otros sonidos que nos introduzcan aún más en la historia. Aunque para los más puristas esto ya no sería un audiolibro, sino una ficción sonora.

Para hacernos una idea, y por dar un dato, desde 2018 se han creado más de 25.000 libros en español y que el 83% de los españoles que escuchan audiolibros, siguen leyendo en formato impreso o e-book. Con lo que la lectura está más presente que nunca.

Los audiolibros son cada vez más, una opción para aquellos que disfrutan de la lectura pero no tienen el tiempo necesario para sentarse frente a un libro o un e-book. Su escucha se puede realizar durante un trayecto, en casa mientras realizamos tareas o incluso antes de irnos a dormir.

Y no hablemos de la accesibilidad, brindando una oportunidad para aquellas personas con una discapacidad visual o para quienes quieren mejorar su comprensión en un determinado idioma.

Cada vez existen más plataformas de audiolibros. Los hay gratuitos como Audiomol, LibriVox o Archive y de pago como Audible o Storytel.

Ficciones Sonoras:

Como hemos dicho antes, las ficciones sonoras son una evolución de los audiolibros. Aunque en este caso, no tendría que estar basado en una obra literaria.

Las ficciones sonoras, al igual que en el cine, son historias narradas a través de diálogos, sonidos, música y ambientes que conforman un audio. Al no tener imagen, en las ficciones se suele utilizar el recurso de la narración que nos ayuda a comprender mejor la escena sonora.

Ofrecen una experiencia más inmersiva que los audiolibros ya que, a diferencia de estos, las ficciones pueden contar con múltiples voces (cada una interpretada por un actor diferente).

Es posible que conozcas o hayas escuchado programas de ficción sonora o teatro radiofónico. Estos programas, que podían hacerse en directo, encuentran también su evolución en este nuevo formato de audio. Las ficciones sonoras también se han popularizado por su facilidad de consumo a la hora de realizar otras tareas, como conducir. Nos abstraen durante un rato, sin que tengamos que mirar una pantalla.

Y el Podcast, el rey.

Es el gran dominador de la industria en audio en español.

Muchas veces le llamamos podcast a cualquier audio: Un audiolibro, una nota de audio demasiado larga…

Pero como hemos aprendido hasta ahora, cada tipo de contenido tiene una finalidad y su producción puede ser diferente. Como ya sabemos lo que es un audiolibro y una ficción sonora, vamos a ver qué es un podcast.

Aunque la radio, podemos decir que es inmortal, y más concretamente la generalista. El auge del podcast no es baladí.

Plataformas como iVoox y ahora Spotify, junto con las páginas oficiales de cada emisora, brindan soporte al formato. Un formato que permite acercarse de forma muy personalizada a cada tipo de oyente, captando y fidelizando a una audiencia cada vez más dispersa pero fiel a través de los suscriptores e incluso mecenas.

Pero vamos a diferenciar dos tipos de podcast:

Primero tenemos la radio, que emite contenido en directo, ya sea a través de frecuencia o por internet. Esos contenidos realizados y emitidos en directo se pueden grabar y ofrecer como píldoras de audio sindicadas en un rss. Podríamos llamarlo Podcast de radio o radio en podcast, no sé. Su definición es que son audios de una emisión de radio, disponibles en la red para poder volver a escuchar en cualquier momento.

Luego tenemos el podcast nativo. Que es ese contenido que ha sido grabado para ser distribuído en forma de audio bajo demanda. Osea, en plataformas como las ya mencionadas Ivoox, Spotify o Google Podcast. Este tipo de contenido puede estar creado por emisoras de radio, pero también por un periódico, un influencer, un periodista o cualquier persona normal a la que le apetece crear un contenido.

Es verdad que hemos visto gente emitiendo en directo la grabación de un podcast. Pero viene siendo lo mismo. Están grabando algo que se va a colgar en la red en forma de audio para ser escuchado bajo demanda.

El podcast nació a comienzos de los años 2000, como una forma de descargar archivos multimedia en un dispositivos para poder escuchar offline. Tienen la característica de estar publicados en forma de episodios y vinculados a una rss.

Indudablemente, el formato y los usos que podemos hacer de él, han evolucionado muchísimo y ahora simplemente podemos escucharlos online sin necesidad de descargarlos y podemos suscribirnos a través de una plataforma en lugar de seguir una RSS. El formato de podcast ha llegado para quedarse y los datos lo demuestran: Casi 990.000 consumidores únicos escuchan los podcast de la web de la cadena ser cada día y más de 4 millones lo hacen en Spotify.

Cada vez hay más creadores de contenido creando podcast de todas las temáticas imaginables. En Estados Unidos este formato se ha convertido en el rey en la última década. Pasado de un 11% de consumidores que escucharon algún podcast en 2006 a un 64% que lo hizo en 2023.

En España este tipo de contenido está ganando mucha importancia tras la apuesta fuerte que ha hecho Spotify.

¿Veremos en España que los podcast lleguen a la calle y sean tan importantes en la vida de la gente como en Estados Unidos? ¿Veremos a grandes influencers o famosos creando sus propios canales de podcast? Solo el tiempo lo dirá, pero lo cierto es que el catálogo de podcast producidos en Español no ha hecho más que aumentar en los últimos 5 años.